lunes, 11 de marzo de 2013

Tipografía Simeoni

¿Qué tipografía mesiánica nos erosiona tanto como el jeroglífico del silencio? ¿Qué abecedario incompleto nos concede tanto como el gesto vacilante del microondas? Hay cascadas insanas que pueden ver caer algo más que amaneceres tóxicos, preludios del ántrax, figurines desconocidos para polleras escocesas. Hay secuelas en la espalda que pueden doler algo menos que un cross en la mandíbula, un rayo glandular, un cadete enrojecido por la vergüenza del efecto propina. Hay calesitas que pueden girar igual que un dedo, un planeta, una nena pop flasheada por el humo protector. La prenda siempre fue la misma; tratar de abrir la puerta con los ojos vendados.
Entré despacio.

Fabricio Simeoni

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